Parroquia San Miguel de Ilobasco: Celebración del Miércoles de Ceniza

“Polvo eres y en polvo te convertirás” o “Arrepiéntete y cree en el evangelio” son las frases que el sacerdote dice mientras pone en la frente del cristiano una cruz de ceniza en la que simboliza su realidad pasajera y su necesidad de conversión.

Celebración Eucaristica de la 9:00 a.m, hubo también a las 6:00 a.m y 5:00 p.m

en la Sede parroquial; asimismo se celebró la Eucaristía en algunas comunidades

rurales. La asistencia fue masiva.

Con este acto religioso la Parroquia San Miguel Arcángel inauguró el tiempo litúrgico de la Cuaresma, un periodo que se caracteriza por el llamado claro de Jesús a la conversión.

Este día con la imposición de la ceniza, la Iglesia en todo el mundo marca el inicio de un tiempo fuerte y la liturgia adquiere un valor muy significativo, por ello en esta parroquia como en todas partes del mundo el horario de las Misas ha sido casi similar a la del domingo.

En cuaresma, el color morado que reviste a la Iglesia pone de manifiesto el valor de la penitencia y anuncia a sus fieles un mensaje de conversión a la vez que propone el ayuno y la abstinencia como practicas necesarias para vivir este tiempo.

El Párroco Eliseo Rivas, durante la homilía.

En la celebración de la Misa que presidiera hoy el Padre Eliseo, se puso de manifiesto el fervor religioso que caracteriza a Ilobasco, el templo parroquial lució completamente lleno, familias enteras de toda la ciudad asistieron al acto litúrgico.

En su homilía el Sacerdote exhortó a los fieles a vivir este tiempo con sentido reflexivo, así mismo recalcó que la cuaresma es tiempo para vivir la penitencia, el ayuno y la limosna como practicas de caridad.

“Es tiempo oportuno para reconciliarnos con el Señor, hagamos nuestro el propósito de acercarnos al Sacramento de la confesión para llegar limpios y en Gracia a la pascua”, dijo.

Las palabras del Párroco fueron una invitación abierta a los fieles, especialmente a los que no participan con frecuencia en la Eucaristía a volver a la vida sacramental, de manera particular a la confesión.

“Ojala que después de la cuaresma todos podamos decir hemos vuelto al Señor, dejamos en el pasado nuestra vida de pecado, los gestos, las miradas y las palabras malas”, dijo el Párroco.

La ceniza que simboliza la frágil realidad del ser humano, quiere hacer ver a los fieles la necesidad de conversión y auxilio que necesita de parte del Padre en su Hijo Jesucristo.