Muy queridas hermanas y hermanos:
Cada año Dios nos ofrece por medio de su Iglesia la oportunidad de profundizar en la vida cristiana a través del itinerario cuaresmal. En este camino cuaresmal -que no tiene otro fin sino conducirnos a la Pascua, a la vida en Cristo- somos conducidos por tres grandes elementos a considerar: Oración, Ayuno y Caridad, los tres están encaminados a lo que nos dice el Papa en su Mensaje para la cuaresma de este año en el N° 1 “Fijar la mirada en el otro, ante todo en Jesús y a estar atentos los unos a los otros, a no mostrarse extraños, indiferentes a la suerte de los hermanos”.
En esta ocasión, quiero invitar a todos para que nuestros sacrificios, actos de piedad públicos o privados, nos lleven a mirar más allá de nosotros mismos, y a solidarizarnos con el que más lo necesita; que nuestros ayunos y penitencias se encaminen al encuentro con el hermano a través de la ayuda solidaria y de la reconciliación social y sacramental.
Un pueblo piadoso, debe ser un pueblo capaz de terminar con la indiferencia ante el dolor, el indiferentismo ante lo sagrado y por tanto el indiferentismo ante la vida humana misma. Adentrémonos pues en nuestro camino cuaresmal ofreciéndonos a nosotros mismos, ofreciendo nuestro corazón, nuestra existencia, y todas nuestra acciones por nuestro bien, por el de nuestra familias, por nuestro pueblo.
Pbro. Eliseo Rivas
Párroco San Miguel Arcángel