El fin del mundo

Desde el pasado 12 de mayo aparecieron en muchas ciudades del mundo miles de carteles en las carreteras anunciando que el 21 de mayo será el día del Juicio Final y que el Fin del Mundo se acerca. Cientos de personas han gastado los ahorros de su vida para contribuir a esta campaña, ya que consideran que es la obligación de “los que sí entienden” sobre el fin del mundo, advertir a todos los demás.

Harold Camping -evangelista californiano- asegura que este mayo 21 será el día del Juicio Final, un terrible terremoto devastará todos los rincones de la tierra. Camping asegura haber realizado diferentes estudios de la Biblia y apunta a que la fecha mayo 21 coincide con el aniversario 7000 del Diluvio Universal, y que ese día la tierra se abrirá y saldrán todos los muertos y subirán al cielo.

¿Realmente alguien podría tomar esto en serio? ¿Qué tiene Camping de especial para ser elegido y revelar la fecha exacta del Juicio Final? Seguramente se trata de alguien con deseos de protagonismo luego de que ya había predicho con anterioridad, que el fin del mundo ocurriría el 6 de Septiembre de 1994. La excusa fue que todo se debió a un error y seguramente el 22 de mayo, la excusa será la misma.

Lo que sí es un hecho es que este mundo se está destruyendo por los embates de la naturaleza cada vez más agresivos: nevadas intensas, sequías prolongadas, lluvias torrenciales, tsunamis implacables, tornados arrasadores, terremotos devastadores. Recordemos las desgracias recientes de Samoa, Chile, Nueva Orleans, Haití, Japón, Alabama y España, por citar algunas. Nada de esto tiene que ver con ´profecías y revelaciones´ encontradas en los pasajes de la Biblia, sino más bien se relacionan directamente con el cambio climático, provocado por la destrucción de la capa de ozono, desaparición de glaciares, calentamiento global, contaminación y experimentos en el ártico, entre otros.

Históricamente se ha intentado predecir el fin del mundo en distintas ocasiones, todas fallidas. Los propagadores de una especie de teología "del fin del mundo" que se encuentra en tantos grupos cristianos fundamentalistas de hoy, es un rechazo a la esperanza en el futuro. Dios nos ha puesto en este mundo para ser su luz, para ser levadura, para conducir a otros a la salvación -no a través del temor o de profecías del desastre-, sino a través del reconocimiento de la proclamación absoluta de Jesús, verdadero Dios y verdadero hombre. Somos hijos queridísimos de Dios y no podemos tener ningún miedo.

Ante estos absurdos rumores que corren de boca en boca, hay que creer con todo el corazón en la Palabra de Dios que no es para pronosticar ni calendarios, ni fechas fatídicas y mucho menos grandes terremotos.


P. Roberto Escalante

2 comentarios:

LUZ PARA LOS PUEBLOS (LPP) dijo...

Buen dicho padre Escalante. Sus palabras nos lleva al razonamiento, en contra de tanto fanatismo u ocurrencias irracionales.

Escalante dijo...

Gracias Padre, un articulo de su blog -en torno a este tema- fue la inspiración.

 
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