IAM manifestó su espíritu misionero

Más de cien niños, niñas y adolescentes mostraron su disposición e interés a la labor misionera de la Iglesia.

La Infancia y Adolescencia Misionera (IAM), celebró de Manera especial el Domingo Mundial de las Misiones (DOMUND), ya que entre sus actividades fue notable el entusiasmo de sus miembros, los cuales participaron primero de la Eucaristía realizada hoy a las siete de la mañana en el templo parroquial.

Los más de ciento cincuenta miembros entre ellos los asesores, los niños, niñas  y adolescentes mostraron su espíritu misionero y su entusiasmo, al recorrer algunas calles de la ciudad, justo cuando se trasladaban a la Ermita de la colonia Miranda, donde culminarían sus actividades con la colocación de una pañoleta como insignia misionera.

Durante el trayecto los asistentes dijeron lemas y frases características de los misioneros, entre ella su lema principal que es: “De los niños del mundo siempre amigos”. Su entusiasmo y disposición  manifestó gozo y buena atracción de quienes les vieron pasar hacia la Ermita.

Este testimonio misionero dejó claro que también los niños son y pueden ser auténticos misioneros. A demás de prefigurar desde su niñez y adolescencia un futuro prometedor de misioneros y misioneras.

Para la IAM, el Padre Eliseo tuvo palabras de ánimo y felicitación durante la Misa, a demás de instar a quienes la conforman a ser perseverantes” Es bueno entender que desde niños pueden ser misioneros y no necesariamente fuera de la ciudad o el país, sino en el hogar o en la escuela”, aseguró el sacerdote.

De igual manera, el Padre Geovany, en la Ermita de la Miranda  dedicó algunas palabras a los miembros de la IAM, y les motivo a trabajar en pro de la misión evangelizadora. El Padre aseguró que todo esfuerzo es muy importante para tratar de llevar palabras de fe y esperanza a los demás.

Con esta celebración, la Infancia Y Adolescencia Misionera, cumplió uno de sus objetivos, que es animar e invitar a los niños, niñas y adolescentes a interesarse por el mandato de Jesús, que hoy resonara en toda la Iglesia alrededor de los cinco continentes: “vayan y hagan discípulos míos a todas las naciones”.