Diríamos que el capítulo 18 de Mateo, es el “discurso de la comunidad”, trata temas básicos del modelo de comunidad cristiana que quiso Jesús. Ya que el cristianismo es un estilo de vida marcado por Jesús. Nos preguntamos ¿Qué es ser cristiano? : “un seguidor de Cristo”, por tanto debe mostrar al mundo la mejor cara.
Cuando la gente nos dice que los cristianos católicos no somos santos, debemos reconocer humildemente que así es, pero para que logremos ser santos los que no lo somos todavía, nos da Jesús unos remedios muy oportunos. Entre ellos el de la corrección fraterna.
“Si tu hermano comete un pecado, ve y amonéstalo a solas” en primer lugar para arreglar conflictos y tratar problemas, nos invita el señor hacerlo en privado, con la persona interesada, en esto consiste la corrección fraterna. Un proverbio de Salomón dice: “Te ama mucho mas quien te avisa de tus defectos y de los peligros que corres obrando el mal”.
Quizá esta expresión del Evangelio, sea motivo de angustia, porque muchas veces como comunidad parroquial estamos lejos de esto: hablamos con el vecino de las debilidades del prójimo, entre amigos se guardan nada, la esposa le cuenta a medio mundo de lo mal que se porta su esposo (La ropa sucia se lava en casa), papá pone en mal ante los hijos a mamá, el hijo se está portando mal y nadie lo corrige etc.
A pesar de todo, es posible ayudarse unos a otros, es posible crecer juntos, en fraternidad, en familia, entre amigos, en comunidad.
Por último, el oficio de quien habla en nombre de Dios, no es cambiar a la persona, eso es solamente obra del poder de Dios y de la buena voluntad de cada uno. Por eso dice el salmista “Ojala escuchéis hoy su voz, no endurezcáis el corazón” (salmo 94). Se requiere humildad para reconocer errores, solo así se puede crecer. No olviden, “el querer es más poderoso que el poder” Bendiciones…
P. Oscar Hernández
1 comentarios:
GRACIAS POR LA REFLEXION. ES MUY CIERTA
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