Cientos de personas se acercaron a la Sede Parroquial, los días 7 y 8 de diciembre, para celebrar la fiesta co-patronal en honor a la Inmaculada Concepción de María, lo que representó una de las manifestaciones de fe más concurridas de la Parroquia San Miguel Arcángel.
Durante la celebración de Vísperas, aproximadamente unos 800 feligreses de distintas partes de la ciudad y de algunas comunidades se acercaron con piedad para participar de la Eucaristía e inmediatamente de la procesión que recorrió varias calles de Ilobasco.
Culminando la procesión se llevó a cabo un significativo acto en el atrio de la parroquia, el cual consistió en el encendido de una fogata y la posterior quema de papeles con lo que los fieles renunciaban a errores cometidos durante el año.
Según lo explica el Padre Roberto Escalante, “la tradición de los fogones de la Inmaculada representa una magnífica ocasión para la reunión de los parroquianos, en torno a la luz y el calor de una hoguera, proponiéndose cada uno mejorar aspectos de su vida a ejemplo de la Concebida sin pecado”.
“El hecho de quemar papeles con nuestros errores escritos tiene un simbolismo relacionado con el efecto purificador del fuego y de la puesta en marcha de una vida de acuerdo a lo que Dios nos llama”, manifestó el sacerdote.
La Misa central se llevó a efecto a las 9:00 am y fue presidida por el Párroco Eliseo Rivas, en compañía de seminaristas que están misionando en varias de las comunidades de la parroquia.
En su homilía el Párroco explicó al pueblo de Dios congregado a los pies de la Imagen de la Inmaculada, a “mantener viva esta celebración religiosa que exalta el sentir propio de la Iglesia Universal.”
“Celebramos todos los años esta solemnidad, para alabar y bendecir al Dios vivo, por preservar del pecado a la Virgen María, lo que significa para nosotros una manifestación de amor, y un signo del Dios con nosotros”, explicó.
Resaltó, además, la verdad de lo que la Iglesia Católica enseña sobre el dogma de fe. “Con nuestra celebración manifestamos y reafirmamos que Dios todopoderoso preservó del pecado original a la Santísima Virgen María, según lo enseña la Iglesia y lo presupone la Sagrada Escritura”, concluyó.
Cada 8 de diciembre, la Iglesia celebra el dogma de la Inmaculada Concepción instituido solemnemente por el Papa Pío IX en 1854 con la bula Ineffabilis Deus.
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