Los párrocos del mundo, y con ellos todos los sacerdotes, celebran hoy -4 de agosto- la fiesta de su Patrono, San Juan María Vianney, más conocido como el Cura de Ars.
Además de las diversas connotaciones que tiene esta fiesta, los católicos del mundo piden hoy de manera especial, por cada uno de los sacerdotes de la Iglesia.
En la Parroquia el sacerdote vive de una manera plena y concreta la misión de Jesucristo, el Buen Pastor. La Parroquia abarca toda nuestra vida como hijos de Dios. En ella nacemos a la vida cristiana por el bautismo y crecemos como familia cristiana. En este ámbito local es donde se aprecia en toda su dimensión eclesial la persona y el ministerio del sacerdote. Al referirnos a él, la palabra “Padre”, adquiere todo su significado y valor espiritual.
Quien fue Juan María Vianey
San Juan María Vianney, el Santo cura de Ars. Fue un sacerdote, diocesano Francés, plenamente dedicado al servicio pastoral de los fieles, en Francia, después de la revolución. Actualmente ha sido declarado modelo y patrono de todos los sacerdotes, especialmente de los párrocos.
San Juan María de Vianney, inició sus estudios ya mayor y le resultaron un poco difíciles. Pero un sacerdote amigo lo ayudó y lo tuvo como coadjutor durante los primeros años que siguieron a su ordenación. Luego pasó a ser el párroco del pequeño pueblo rural de Ars, hasta su muerte a los 63 años de edad, en 1859.
Este hombre Santo llevó una vida de gran profundidad interior y austeridad. Tuvo gran voluntad para superar las innumerables pruebas que se le presentaron en su vida, algunas particularmente difíciles. Supo vencer la pobreza, la falta de educación y la desconfianza de muchas personas.
El cura de Ars fue un sacerdote lleno de sentido pastoral, organizador y buen consejero espiritual. Sus fuentes eran el amor y la oración.
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