Parroquia inicia proceso de estructuración de la Pastoral Litúrgica

Con  el objetivo de generar una base orgánica de fieles que dé principio a las actividades y acciones ordenadas en ámbito litúrgico, la Parroquia San Miguel dio inicio este sábado 26 de marzo a la comisión de liturgia parroquial.

La actividad  tuvo lugar en las instalaciones de la Parroquia, y contó con la participación de varios  delegados provenientes de distintos movimientos y áreas de pastoral parroquial.

El Párroco Eliseo, indicó en las palabras de apertura que “dentro de una parroquia o de una comunidad es conveniente que exista lo que se conoce como el equipo de animación litúrgica o la comisión  parroquial de Liturgia, que no debe ser considerada como una estructura más, sino como un medio muy valioso para incorporar a los fieles en una misma tarea”. Acotó también - siguiendo las ideas de la Sacrosanctum Concilium del Vaticano II- que, debido a sus implicaciones, esta iniciativa debe considerarse como fundamental en la parroquia.

Por su parte, el Padre Roberto Escalante –delegado parroquial de Liturgia-, dio a conocer el plan a desarrollar durante este año para lograr concretar dicha estructura.  Explicó las implicaciones que rodean a esta organización  y apuntó su perfil, sus funciones, objetivos y el itinerario formativo a desarrollar.

“Un buen equipo de liturgia es una gracia para la comunidad, a la que se le ayuda, nada más y nada menos, que a rezar mejor, a celebrar más consciente y a unirnos en verdadera fraternidad”.  Agregó.

Así mismo se dio a conocer que la reunión se realizará todas las semanas, donde se desplegará un trayecto de formación bíblica, doctrinal, litúrgica  y organizativa de los distintos ministerios litúrgicos, con lo cual se tendrá una experiencia de acercamiento a los distintos movimientos y áreas de pastoral.

Vale destacar que la comisión parroquial de liturgia es un instrumento de primer orden para garantizar no sólo la buena imagen y la marcha de una celebración, sino también para la Pastoral misma. Como nos dice el concilio Vaticano II, ésta está en orden a "trabajar para que florezca el sentido comunitario parroquial, sobre todo en la celebración común de la misa parroquial" (SC 42).