Con una solemne misa cientos de feligreses clausuraron el 2011 y dieron la bienvenida al año nuevo.
Cientos de feligreses participaron de la solemne eucaristía de acción de gracias la noche del 31 de diciembre en el templo parroquial de San Miguel. El acto religioso que presidió el Párroco Eliseo y tres de los sacerdotes vicarios clausuró el año 2011.
La celebración eucarística fue ofrecida en agradecimiento a Dios por las bendiciones y éxitos obtenidos en el trabajo pastoral, personal y comunitario. Además de presentar los nuevos propósitos para el año que recién inicia.
La homilía que dijera el Padre Oscar Hernández estuvo llena de matices de fe esperanza, pues el sacerdote hizo notar la importancia de Dios en la vida del ser humano y la necesidad de acudir a su ayuda en todo momento, tomando en cuenta que su amor y providencia están siempre disponibles para los que acuden a ella.
“Hoy un momento para manifestar nuestro agradecimiento al Señor por todo lo que hemos recibido de su providencia y su bondad a lo largo del año, en lo que no hicimos bien, pedir perdón por los errores y pedir la ayuda de lo alto para ser mejores y diferentes en el año próximo” , manifestó el Padre Oscar.
De igual modo el sacerdote propuso a los presentes aprovechar este año para ser mejores cristianos y personas diferentes en la forma de actuar en el hogar el trabajo y las diversas circunstancias de la vida cotidiana. A si mismo exhortó a los fieles a tomar en cuenta la oración y la vida sacramental.
“Si no acudimos a Dios y no ponemos en él nuestras dificultades y vivimos sin tomar una decisión firme para acercarnos a él, en vano serán nuestros proyectos e ilusiones es fundamental volvernos a él. Por eso dar gracias, pedir perdón y pedir su ayuda serán claves para un mejor año en nuestra vida” afirmó el sacerdote.
La celebración eucarística de fin de año cierra un ciclo más en el trabajo pastoral de esta Parroquia y marca al mismo tiempo el inicio de un nuevo año lleno de expectativas y proyectos encaminados a la formación y perseverancia de todos sus fieles, movimientos, asociaciones y grupos de vida apostólica de esta sede parroquial.
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