Con motivo de la celebración del día de la Virgen del Carmen, se realizó en nuestra Parroquia una Solemne Eucaristía, en la cual se destacó la firme confianza que el pueblo de Ilobasco tiene en el Señor y en la Santísima Virgen María.
Año tras año en esta fecha, nuestra parroquia recibe la visita de los fieles católicos que acuden de manera masiva para participar de los oficios religiosos que se celebran en honor a Ntra. Señora del Monte Carmelo.
Según la señora Porfiria Díaz es significativo el número de personas que se acercan a la Virgen del Carmen para agradecerle por los favores recibidos o solicitar su intercesión para alcanzar alguna gracia especial tanto personal como familiar.
A su vez la feligrés –que pertenece a la tercera Orden de las hermanas de Nazaret- resaltó el carácter eclesial de este día, pues en todo el mundo la Virgen del Carmen tiene numerosos devotos.
En la homilía el Padre Escalante destacó el origen histórico de la devoción, el significado de la advocación, y las condiciones necesarias para alcanzar las promesas de la Virgen.
“El escapulario no es un amuleto mágico que llevamos de forma supersticiosa como una pata de conejo, para que sin poner nada de nuestra parte nos veamos libres de todos los peligros. Llevar el escapulario es un signo de cómo nosotros queremos vestirnos de María porque de tal manera queremos copiar en nosotros sus virtudes y su santidad que pareciera que fuéramos envueltos por Ella”, puntualizó el sacerdote.
Al final de la Eucaristía se hizo una consagración a nuestra Señora, en la cual los fieles manifestaron su adhesión a la devoción para luego recibir del Padre Escalante el Escapulario, el cual, según la venerable tradición de la Iglesia, asegura protección al creyente, sobre todo en la hora de la muerte.
La festividad de la Virgen del Carmen es una jornada entrañable para los que viven su fe cristiana dentro de la Iglesia católica. Puertos, pueblos enteros y parroquias, siguiendo una tradición inmemorial y muy querida, se vuelcan en diversas manifestaciones de fervor y devoción mariana.
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