El silencio; un lugar de encuentro con Dios


Por Xavier Álvarez

En  la actualidad el ruido es un factor que nos afecta y nos roba la paz y la tranquilidad, pues son muchas las circunstancias en las que nos hayamos atrapados en los altos decibeles de los parlantes de anunciadoras por las calles, las ventas de música ambulante a todo volumen, la música del vecino, los retumbos de canciones en los buses y microbuses al viajar, etc.

Son muchos los ruidos que nos aturden y por ende nos enredan en una realidad estresante y confusa, que nos aleja de nosotros mismos y nos transporta a estilos de vida superficiales en los que el silencio es una dimensión inexistente.

No obstante al ruido ensordecedor cotidiano, tenemos una herramienta poderosa para contrastarlo, no es fácil al menos al principio, pero si lo prácticas puedes lograr vivir la paz del silencio, aun en medio de sonidos estridentes.

Me refiero a la meditación, una actividad practicada por pocas personas, sobre todo porque no conocen los beneficios que se logran con ello.

Claro, no me refiero a ese tipo de meditaciones estilo oriental como el yoga, al contrario hago referencia específica a la meditación que nos acerca a Jesús, ya sea por la lectura de la Palabra, o por el simple hecho de guardar silencio, o visitando el Santísimo, o contemplando una imagen religiosa, hay muchas formas favorables a esta práctica.

El silencio es una herramienta eficaz para encontrarnos con Dios, pues él se manifiesta en la calma como en alguna ocasión le sucedió al profeta Elías quien esperaba que Dios le manifestara su presencia con el sonido de en un trueno, o con fuerte ruido, pero el señor se manifestó en silencio. Cuando cesa el ruido, Elías oye un susurro silencioso y es cuando Dios le habla. (1Reyes, 19).

Personajes celebres como Pitágoras han aconsejado al respecto diciendo; “Aprende a estar en silencio, deja que tu mente tranquila escuche y se quede absorta”. De igual modo el francés Blaise Pascal aseguró; “Todas las desdichas del hombre provienen de su incapacidad para sentarse tranquilamente en una habitación a solas”.

Trata de intentarlo, yo lo he puesto en práctica en más de una vez y es algo realmente efectivo, en el silencio encuentras la paz y tranquilidad que en medio del ruido es sumamente difícil poder experimentar.

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