Con gran beneplácito para la Diócesis de San Vicente y en medio de un ambiente festivo por parte de sacerdotes, familiares, amigos y de la comunidad eclesial en general, se confirió el Diaconado a tres seminaristas y el Presbiterado al diácono Tomás Hernández.
Esta solemne Eucaristía, que se vivió este sábado 30 de julio, fue presidida por nuestro obispo Mons. Elías Rauda, y celebrada en la Catedral de San Vicente. Acompañó a tan emotivo momento Mons. David Zywiec Sidor, obispo auxiliar del Vicariato Apostólico de Bluefields, Nicaragua.
Mons. Rauda durante su Homilía habló sobre la necesidad de la praxis de vida, invitando a los consagrados por el Sacramento del Orden a vivir santamente su ministerio, posteriormente les exhortó a tratar con gran cariño al pueblo de Dios para transmitirles el amor de Cristo.
Mencionó, además, que la Iglesia necesita de muchos sacerdotes, por lo que animó a la feligresía, ahí reunida, a pedir intensamente a Dios por la gestación de nuevas vocaciones.
A continuación se procedió a la ejecución de los ritos previstos para conferir el diaconado a los seminaristas Salvador Candelario, Misael Gómez y Samuel Orellana y el Presbiterado al Diácono Tomás Hernández.
La ordenación, que siempre es un don de Dios inmerecido por parte de los hombres, culmina todo un proceso de preparación, de discernimiento, de muchas esperanzas acumuladas, que en la ordenación tienen su cumplimiento. La ordenación es también el inicio de una nueva etapa. El consagrado por el Espíritu Santo en el sacramento del Orden es puesto al servicio de Dios y de los hombres, de una manera nueva.
A nombre de toda la comunidad parroquial de San Miguel Arcángel, felicitamos a los nuevos Diáconos y al nuevo Presbítero, y les deseamos que siempre los acompañe y bendiga Nuestro Señor Jesucristo y María Santísima a lo largo de su misión pastoral.
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